¡Oh Divina Providencia! ¡Gracias por Tu clemencia y Tu infinita bondad! Me presento ante ti, con amor y humildad Gracias por otorgarnos: casa, vestido y sustento. Concédenos salud y llévanos por buen camino, que sea siempre la virtud la que guíe nuestro destino. Tú eres toda mi esperanza. Tú eres el consuelo mío, en Ti creo, en Ti espero y en Ti confío. Tu Divina Providencia se extienda en cada momento, para que siempre tengamos: casa, salud, vestido y sustento, y tu santa bendición en el último momento. Amén, así sea hecho, hecho está. .