Mi Dios y Señor, hoy nos unimos a nuestra Madre la Virgen Maria, para con ella entonarte cánticos de adoración y alabanza y unirnos a la voz del ángel: *Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo*.
Hoy también nosotros nos unimos a la alegría de María porque la llena de gracia, sin dudarlo aceptó llevar en su seno al Salvador del mundo; gracias porque este Sí de María nos permite también a nosotros hoy gozar de su gloria y su esplendor; nos permite encontrarnos contigo mi Jesús y poder también decirte:*Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra*.
Oramos porque la alegría de María se impregne en el corazón de nuestra familia, descendencia y todo el que se une a esta oración y cada uno pueda estar como ella junto a Jesús aún en los momentos más difíciles.
Contándonos entre la generación que se alegra junto con Maria por la llegada de Jesús a nuestras vidas y la llama Bienaventurada, recibimos la bendición del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén, Amén, Amén. Leer: Génesis (3,9-15.20) Sal 97,1.2-3ab.3c-4 Efesios (1,3-6.11-12) Lucas (1.26-38)