LOS SIETE CIELOS


El Concepto de los Siete Cielos proviene de la tradición Judeo-Cristiana y es también parte de las creencias musulmanas.  Los persas y los babilonios también creían en Siete Cielos donde habitaban sus deidades. Los persas en particular concebían al Séptimo Cielo como la morada del Creador, quien estaba allí sentado en un inmenso trono blanco rodeado de Querubines. Esta idea, que persiste en el Judaísmo y el Cristianismo, indica que su origen data del tiempo de la antigua Persia y de Babilonia. Otras autoridades hebreas corno Enoch, nos dicen que existen más de Siete Cielos. Según Enoch, que visitó estas mansiones celestiales en una visión apocalíptica, existen Diez Cielos.  

Fue en el Décimo Cielo que Enoch tuvo la visión del rostro de Dios. Por otra parte, el Zohar nos habla de trescientos noventa cielos y setenta mil mundos y existe una leyenda hebrea que asegura que existen novecientos cincuenta y cinco cielos, una cantidad que no es tan exorbitante, considerando la infinidad de ángeles que existen. Pero tanto las autoridades eclesiásticas judías como las cristianas, han abrazado el concepto más modesto de Siete Cielos, cada uno de los cuales es de una inmensidad prodigiosa.

Se dice que los Siete Cielos están suspendidos sobre la tierra, uno encima del otro en esferas concéntricas. Su constitución no es física sino espiritual y se pueden concebir corno estados de conciencia o como otros planos de existencia. De acuerdo a Louis Ginzberg, en su obra Leyendas de los Judíos, el Primer Cielo es el más bajo en jerarquía y es como una especie de cortina que oculta el firmamento y las estrellas durante el día. Por la noche los ángeles descorren la cortina para revelar la inmensidad del universo y del Primer Cielo. En este concepto, el ser humano solo puede percibir parte del Primer Cielo, que es el universo, ya que este oculta los otros seis a su vista.



PRIMER CIELO

 En hebreo su nombre es Shamayim o Wilon y su príncipe regente es Sidriel, pero varias autoridades dicen que este cielo es regido por Gabriel. Es aquí donde están todas las estrellas, cada una de los cuales tiene su propio Angel Guardián. El primer cielo es la morada de Adán y Eva. Según el patriarca Enoch, este cielo es donde se guardan la nieve, el hielo, las nubes y el rocío. Aquí Enoch vió también los doscientos ángeles que rigen las estrellas.


SEGUNDO CIELO

En hebreo su nombre es Raquia y su príncipe regente es Barakiel, aunque hay autoridades que dicen que este cielo es regido por Rafael y Zakariel.  De acuerdo a la tradición musulmana es aquí donde se encuentran Jesús y San Juan Bautista. Cuando Moisés visitó la Morada Divina, pasó por el Segundo Cielo donde se encontró frente a frente con el ángel Nuriel que tiene más de trescientos pies de estatura, lo cual lo hace uno de los ángeles más diminutos de las huestes celestiales si consideramos que algunos son más grandes que el sistema solar completo. Durante este encuentro, Nuriel estaba acompañado de cincuenta huestes angelicales todos formados de agua y fuego. De acuerdo con la tradición judía, es en el Segundo Ciclo donde están aprisionados los ángeles caídos, que pecaron contra el Creador. 

Varias de las moradas de los ángeles oscuros se encuentran en otros cielos, en áreas separadas especialmente para ellos. El Segundo Cielo es también el lugar donde Dios colocó a los planetas. En este cielo el patriarca Enoch vio a muchos pecadores encadenados esperando el Juicio Final. También en un área separada del Segundo Cielo están aprisionados los ángeles que tuvieron relaciones prohibidas con mujeres, siendo azotados diariamente por este pecado.


TERCER CIELO

En hebreo el Tercer Cielo se llama Shehaquim y su príncipe regente es Baradiel. Otras autoridades dicen que Anael es el regente de este cielo. Es en el Tercer Cielo que los ángeles producen y guardan grandes cantidades de mana, que es el alimento celestial que Dios envió a los judíos durante su travesía por el desierto. El mana es también el sostén de las almas santificadas. Esta miel divina es llevada al Tercer Cielo por abejas celestiales bajo el mando de Miguel Arcángel.

Se dice que San Pablo visitó el Tercer Cielo donde dijo haber escuchado frases terribles que según el no podían repetirse. San Pablo nunca fué gran amigo de los ángeles, a los cuales acusaba de vez en cuando de infracciones contra la ley divina. Tal vez por esta razón los ángeles del Tercer Cielo lo recibieron con palabras ofensivas. En las regiones del norte de este cielo se encuentra el Infierno. Esta área está repleta de monstruos de apariencia horrible. El hecho de que el Infierno se encuentre en el Tercer Cielo no es sorprendente ya que tanto los griegos como los antiguos hebreos creían que el Cielo y el Infierno estaban uno al lado del otro. 

Uno de los comentarios rabínicos sobre el Salmo 90 nos dice que el Paraíso está a la derecha de Dios y el Infierno a su izquierda. Según el patriarca Enoch, el Paraíso con el Arbol de la Vida se encuentra en el Tercer Cielo. Cuando Dios visita este cielo se sienta bajo la sombra del Árbol a descansar. Entre los príncipes regentes del paraíso están Miguel, Gabriel, Zotiel, Zefon, Iohiel, y Azrael, que es uno de los ángeles de la muerte.


CUARTO CIELO 

En hebreo el Cuarto Cielo se llama Machonon y sus príncipes regentes son Zahaquiel y Miguel. Se dice que la Jerusalén celestial se encuentra en el Cuarto Cielo, junto con el Templo y el Altar de Dios. Fue en el Cuarto Cielo que el profeta Mahoma se encontró con el patriarca Enoch. Es también aquí que el Sol y la Luna viajan a través del firmamento en sus carruajes, de acuerdo a una antigua tradición.


QUINTO CIELO

El Quinto Cielo se llama Mathey y su príncipe regente es Zadkiel. Otras autoridades dicen que este cielo es regido por Sandalfón, que según la Cábala también rige la tierra y es conocido universalmente como el ángel de las lágrimas. En un área separada de este cielo se encuentran otros ángeles caídos, entre ellos los Grigori o Guardianes de las Torres o Atalayas, quienes están en "las regiones del norte" de acuerdo a la leyenda. Varios de los Grigori, junto a su regente Salarniel, fueron castigados por rechazar al Creador. El profeta Zefaniah dice haber visitado el Quinto Cielo, donde vislumbró los ángeles que se conocen como Señores, pertenecientes al Coro de las Dominaciones o Dominios. Cada uno de estos ángeles llevaba una corona en la cabeza y estaba sentado en un trono siete veces más resplandeciente que el Sol. 

En el Quinto Cielo se encuentra también el ángel de la venganza. Es en el Quinto Cielo donde coros angelicales cantan las alabanzas a Dios durante la noche. Durante el día están silenciosos para que Dios pueda escuchar las alabanzas de Israel.


SEXTO CIELO

En hebreo el nombre del Sexto Cielo es Zebul y su príncipe regente es Gabriel o Zadkiel. En este cielo es donde se guardan todos los infortunios de la humanidad como huracanes, plagas, terremotos, temblores de tierra y otros fenómenos de la naturaleza reconocidos como de origen divino. Es aquí donde habita el Angel Guardián del Cielo y de la Tierra, el cual está formado de nieve y fuego, según los musulmanes. Se dice que es en el Sexto Cielo que los ángeles estudian la astrología.


SÉPTIMO CIELO 

En hebreo el nombre del Séptimo Cielo es Araboth y su príncipe regente es Miguel. Otras autoridades lo asignan a Cassiel. El Séptimo Cielo es donde se encuentra la Morada de Dios y los espíritus de los seres humanos que aún no han nacido. Pués en el Séptimo Cielo que el profeta Isaias escuchó a Dios formar el plan de la vida de Jesús en la tierra. Es la morada de los Serafines y los Poderes o Potencias y del ángel Zagzaguel, príncipe de la ley divina.


***La fuente principal de donde provienen los nombres de los príncipes regentes de los Siete Cielos es el tercer Libro de Enoch. Esta obra, que es parte de la Pseudoepígrapha, hace una descripción de la interrelación entre los ángeles y el respeto y homenaje que se brindan mutuamente, sobre todo a los ángeles de las jerarquías superiores. El libro describe el poder y la magnitud de los grandes ángeles, especialmente los príncipes de los distintos coros celestiales en orden de ascendente importancia, y los espíritus que están más cerca de la Divina Presencia. Es el gran arcángel Metratón, en quien Enoch es transformado más adelante, y quien revela los secretos de la Jerarquía Angelical y la estructura de las huestes angelicales, a quienes Metratón llama los "celestiales".

Los Siete Cielos son identificados con los siete planetas de los antiguos, Sol (domingo), Luna (lunes), Marte (martes), Mercurio (miércoles), Júpiter (jueves), Venus (viernes) y Saturno (sábado), cada uno de los cuales es regido por un Príncipe Celestial. Los Siete Cielos son identificados con el Olimpo de los griegos y divididos en ciento noventa y seis provincias olímpicas. Cada planeta o Cielo tiene adjudicado una serie de provincias que son regidas a su vez por un Espíritu Olímpico. Esto nos revela de inmediato que los Siete Cielos no son otra cosa que nuestro Sistema Solar mientras que Dios es el Universo.




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